En su torre marca todavía el tiempo, el viejo reloj que la casa Zugasti e hijos de Bilbao instalaron en 1859. En su interior, en lo que en su día fue hospital, hay un espacio recuperado, donde las personas que lo visiten pueden conocer la historia de Azkoitia. Los importantes hallazgos arqueológicos de la zona han permitido mostrar al visitante la evolución de los pobladores de estos entornos del corazón de Gipuzkoa, tanto en sus aspectos materiales como en los espirituales desde la prehistoria hasta nuestros días.