Fue construido a partir de 1514 en estilo mudéjar por Don Pedro de Zuazola, secretario y tesorero del emperador Don Carlos V, sobre un antiguo edificio de la familia. Es una arquitectura de obligada visita para aquellos interesados en conocer este singular estilo que se desarrolla en el valle de Urola y que a su vez se vincula a la familia de Loiola.