“Creo que a toda la afición, que siente los colores del Anai, le va a gustar el trabajo de Larrañaga. Y el escudo bien merece un lugar destacado”, señala el alcalde Javier Zubizarreta. “Hemos querido -añade- poner en valor la creatividad de los artistas del pueblo, y al igual que lo hemos hecho en otros edificios, hemos querido dar un toque a Txerloia. Tenemos trabajos de Gorka Larrañaga y Udane Juaristi en Altzibar o en la Plaza del Mercado. Ahora se suma Txerloia. Es también un escaparate para nuestros artistas”.
Fundado en 1934, el Anaitasuna es toda una institución en Azkoitia, y una de las más antiguas, todo un símbolo al igual que los Gorrixek. Han pasado por el club miles de personas y el trabajo de Larrañaga es también un recuerdo a su trayectoria.
El artista tenía claro que era una oportunidad para “además de pintar la fachada, hacer un pequeño homenaje al club”. Tomando como punto de partida el escudo del Anaitasuna, su creatividad le ha llevado a mucho más allá. “No quería limitarme a la mera representación. He pretendido activar el espacio y crear un reclamo visual”. Larrañaga ha unido la historia del club, el pasado y el presente, representando a jugadores de antes y a jugadoras de los equipos de mujeres de hoy en día. “He jugado con los elementos escenciales de un club: los jugadores, el escudo y la bandera y todo ello unido por los colores, que en este caso, adoptan una relevancia significante”.