El Conjunto Monumental de Egurbide está compuesto por edificios principales y anejos del caserío Egurbidetorrea, de princios del siglo XVII, la ermita del Santo Ángel de la Guarda del siglo XVIII y el molino y ferrería de Egurbide de siglo XVI. concretamente, de 1568. En mayo de 2008 el Gobierno Vasco lo declaró Conjunto Monumental, Bien Cultural Calificado.
Molinos, nuestro patrimonio
Los molinos forman parte de nuestro patrimonio histórico, tecnológico, antropológico y etnográfico. A lo largo de muchos siglos han tenido una gran importancia en el desarrollo social, económico e industrial de Gipuzkoa. Constituyen una de las expresiones más significativas de la organización del territorio y de la actividad humana, un patrimonio revelador que habla de las relaciones del ser humano con su entorno, y de las formas de vivir del pasado que forman parte de nuestra cultura y de nuestra historia.
La iniciativa de celebrar el Día de los Molinos de Gipuzkoa está impulsada por la asociación Ihurrita Errota, y cuenta con la colaboración de diversas asociaciones, municipios y agentes, entre ellos el Museo San Telmo y la Diputación Foral de Gipuzkoa. Tiene como objetivo brindar al público la oportunidad de conocer mejor los molinos y comprender los diferentes aspectos vinculados a este elemento patrimonial: la historia y cultura, el medio ambiente, la tecnología, la utilización en energías diferentes y los cambios que han experimentado nuestra sociedad y el paisaje.
La orografía del territorio y el clima lluvioso ha propiciado el desarrollo de la industria molinera que durante siglos, aprovechaba la energía hidraúlica para moler diversos tipos de cereales que daba servicio a la comunidad. La llegada del maíz americano y su buena adaptación a las características de nuestra tierra multiplicó el número de molinos que se extendieron por todos los rincones de la geografía vasca y mantuvieron su actividad durante varios siglos, hasta que poco a poco han sido relegados a un segundo plano.
El panorama molinero actual poco tiene que ver con la situación de hace siglos, ni con los más de 600 molinos registrados por Antxón Agirre Sorondo en su Tratado de Molinología hace 40 años. Perdida la relevancia económica de tiempos pasados, los molinos adquieren un nuevo valor patrimonial, el de una actividad estrechamente ligada a una forma de vida y a la transformación de saberes de una sociedad.