Con la irrupción de la Industrialización, poco a poco los caseríos comenzaron a vaciarse y en muchos casos se dejó de trabajar la tierra, con la esperanza de llevar en la urbe una vida más fácil y libre de tanta carga de trabajo. De aquellos trabajos y costumbres de la vida rural, nacieron juegos, apuestas deportivas y bailes. La mayoría de ellos creadas, por los propios campesinos. En medio de la práctica de deportes rurales, de apuestas retando unos a otros, o de la recogida de la cosecha surgieron muchos de los bailes populares que se bailan hoy en día.
"Las coreografías creadas para el espectáculo Oi Lur ponen de manifiesto el trabajo y las costumbres de los campesinos de otra época de un modo romántico y alegre".
Una de las figuras principales está inspirada en Dore, una vendedora de leche de Donostia del siglo XIX.
Asimismo, con motivo del 125 aniversario del nacimiento de Pablo Sorozabal, el espectáculo contará con la interpretación de tres de sus obras, junto a otras composiciones de Erviti, Xabier Zabala y música popular.
Las tres agrupaciones están, durante estos días, centradas en los últimos ensayos con el fin de tener a punto el espectáculo para la cita con el público.