El deber del Ayuntamiento es garantizar la intimidad y la confidencialidad de la víctima y de su entorno. Por ello, antes de hacer declaraciones o comparecencias públicas, pide a la víctima su aprobación, y en caso de ser menor, a sus padres.
Tras estar con la familia, el Ayuntamiento ha decidido sumarse a las acciones que puedan organizarse con el fin de rechazar el suceso.
La víctima ha presentado ya la denuncia y en estos momentos, la Ertzaintza trabaja en la investigación.