El actual césped sintético fue instalado en 2009, y ha quedado deteriorado por el uso intensivo que se le ha dado al campo de juego. Respetando los criterios medioambientales, se han analizado diferentes alternativas para el relleno del césped, como sistemas sin relleno, relleno de arena y relleno orgánico, todo ello con el fin de evitar el uso de microplásticos. Finalmente, se ha optado por el relleno orgánico, que será material elaborado a partir de mazorcas de maíz. Además, se instalará una base elástica y drenante bajo el nuevo césped para la amortiguación. El material de dicha base será de espuma polietileno y provendrá de residuos o desechos de dicho material, por lo que no tiene contaminantes.
El nuevo césped cumplirá con las especificaciones normativas correspondientes para asegurar la máxima calidad del mismo. Además, una vez instalado el césped, se realizará in situ un ensayo de la fibra de la hierba artificial, el relleno y la base elástica para asegurar que se cumplen los niveles que exige la certificación FIFA Quality Pro, expedido por un laboratorio acreditado por FIFA.
Junto con la renovación del césped, se planeará la superficie para tratar de mejorar la evacuación de aguas, y se sustituirán los banquillos y el marcador.