Esta subvención consta de dos partes. Cada establecimiento que haya tenido que cerrar recibirá una ayuda directa de 1.200 euros. En caso de haber mantenido abierto para ofrecer comida para llevar, la ayuda será de 1.100 euros. A estas cuantías habría que sumar la parte del remanente. Es decir, si la partida no se agota, que es lo previsto, el resto de la partida se distribuirá en base al número de trabajadores que cada establecimiento tenga en alta. Se ha aplicado este criterio con el fin de que las dotaciones sean más justas.
Quedan exentas de esta subvención los establecimientos de venta de pan y cafetería que han estado abiertos.
Esta ayuda se suma a las ayudas directas otorgadas durante el 2020. El año pasado, de 40 establecimientos de hostelería que se beneficiaron de las subvenciones, 39 recibieron 900 euros. También se han otorgado ayudas por las inversiones que han tenido que realizar para cumplir los protocolos de seguridad. Queda todavía pendiente la resolución de la segunda convocatoria de esta última línea de ayudas.
Bases y convocatoria
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